Sombra

El Groncho y La Dama... Matrimonios y algo más...

Empecemos

Le aviso, ¡Oh estimado lector! que se viene la referencia personal.

Estoy con una sensación agridulce. El 8 de diciembre cumplimos 18 años de relación con mi esposa. Pero, también, estamos atravesando la crisis más intensa que pueda recordar. O tal vez, por estar en el ojo del huracán, así me parezca.

Estoy paralizado, con una sensación de abulia, narcolepsia, catatonia o qué se yo. Me he refugiado en mi trabajo en la Facultad, yendo hoy sábado a corregir parciales, con la ilusión de que la distracción, desplace esos sentimientos que me agobian.

No me sale una mierda de idea, estoy tenso, contracturado.

No hay un tercero o tercera (por lo menos, así lo creo). No hay violencia física. Lamentablemente, le he faltado al respeto.

Yo soy más directo (¿demasiado?), recurro al agravio verbal con facilidad, es cierto, me crié en un entorno distinto al suyo. Me identifico con "El Groncho", de Hugo Arana; ella para mí siempre ha sido "La Dama". Más de una vez, nos hemos reprochado aquello de "... Y me vine a casar con vos".

No sé si responsabilizo al confinamiento, obligado por mis enfermedades crónicas, durante la crisis sanitaria. Tampoco soy antivacunas, como YA-SABES-QUIÉN. Pero al decir del Dr. Salinas, "algo pasó". Pasamos de la "ALINEACIÓN" a la "ALIENACIÓN" y en determinado momento, surgió un desafío de su parte, que para mí pasó a ser una continua amenaza.

- "Cuando los dos niños tengan 18 años cumplidos, me separo".

Me quedan poco más de 4 años para ese mojón. No tengo ni la más pálida idea por dónde empezar a desandar mis próximos 4 años. Quisiera saber si es posible cambiar mi personalidad, sin recurrir a psicofármacos.

Soy un tipo grande, torpe, bastante simplón en el mano a mano, con una constelación de TOCs, que gesticula con todo su cuerpo cada comentario que realiza, con tendencia marcada a buscar el control sobre todo, aversión patológica al azar y la improvisación, enfermizamente pendiente de riesgos, accidentes, siniestros, caídas.

También, mi maldita glucemia. Este año ha sido particularmente difícil para mí, para mi diabetes. Haber vuelto a ser "un hombre en situación de desempleo", sometió mi autoestima al nivel de un trapo de piso.

He vuelto a trabajar, aunque aún intento volver a ser, el hombre que alguna vez fui. Sigo fracasando con rotundo éxito.

Pero también me sigue gustando despertarme, al menos, con la ilusión de tener su cabellera leonina, a mi izquierda.

Me encantaría que fuera así, por los próximos 44 años, porque 4 años no son nada, y 18 años, todavía me parecen pocos.

¿Diálogo?

Estoy perdiendo la capacidad de escuchar a mi esposa, a cualquier otro, a mí mismo. Estoy arrollado en torno a mí, como un bicho de humedad.

Sigo controlando lo más que puedo mi espíritu reaccionario, que realmente me ha dado más problemas que soluciones, fingiendo que todo está bien, festejando los 18 años en lo de mis suegros, tratando de avanzar un casillero a la vez, pensando qué puede estar pasando por su cabeza, mientras mantengo monitoreado mi propio marote.

Hoy viene mi tío a casa, más allá de eventuales agnosticismos, ateísmos y/o anticlericalismos, él es sacerdote, algo sabe de la vida, como para poder fomentar el diálogo verdadero y fecundo entre nosotros. Veremos si el brujo sabio de la tribu nos ayuda, o por lo menos, me ayuda para lograr el discernimiento que ahora se escapa de mí.

Cierre con Música

El video en esta oportunidad es del grupo SOEN, banda de Metal Progresivo fundado en Suecia, por el Músico Uruguayo Martín López, ex baterista de Opeth y Amon Amarth.

El tema elegido es "Hollowed", una profunda exploración de la soledad, el dolor y la búsqueda de significado en medio de la adversidad.

Enmarcado en una atmósfera de dependencia emocional y sufrimiento compartido. Al inicio pide "Hold me close to your side", como la necesidad desesperada de conexión, incluso cuando las palabras del otro son hirientes.

Plantea un oxímoron de buscar consuelo en medio del dolor, de forma recurrente en la canción, exaltando la complejidad de las relaciones humanas y la batalla interna por encontrar la paz.

El estribillo, repite "Nothing but a shadow, nothing but a shade", para enfatizar la sensación de vacío y la falta de trascendencia, que los protagonistas sienten.