La conozco del cine

 

Por solo U$S 75000 podemos armar una boda en esta biblioteca con 350 invitados a lo Carrie Bradshaw (pero que el novio vaya)

 

Esta semana la bibliotecaria está algo corta de tiempo pero no quería dejar pasar la oportunidad de encontrarse con ustedes.

En la columna anterior estuvimos viendo bibliotecarias en el cine y aprovecho para agradecer sus comentarios y aportes. Hoy les invito a recordar la biblioteca como escenario de película.

Les confieso que quise armar un Genially interactivo para que jugaran a unir imagen con pista pero no me salió. Les dejo igual la gráfica que quedó preciosa y les invito a jugar mentalmente.

¿Soluciones?


A. La sala de lectura “Duke Humfrey” pertenece a la magnífica Biblioteca Bodleian de la Universidad de Oxford y se usó como locación en tres películas de Harry Potter. La Biblioteca de Hogwarts está ubicada en el cuarto piso del Castillo y contiene decenas de miles de libros en cientos de estanterías. La biblioteca cierra a las 20:00 hs y los profesores y estudiantes pueden tomar prestados libros de la biblioteca con el permiso de la bibliotecaria Irma Pince. Sin embargo, los libros de la Sección Prohibida requieren de un pergamino firmado por un profesor. El profesor Dumbledore removió los libros pertenecientes a la materia de horrocruxes debido al hecho de que envolvían a los estudiantes en las Artes Oscuras. Él guardó estos libros en su oficina hasta su muerte, pero Hermione Granger pudo invocarlos. Gran placer para una bibliotecaria es ver que los libros se guardan solos.

¡Ah! No, era mentira...

B. Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Esta escena de All the President's Men de Alan J. Pakula se filmó en la sala de lectura del edificio Thomas Jefferson. Empieza enfocando las manos de dos periodistas del The Washington Post que están revisando las fichas de préstamo de los libros solicitados por la Casa Blanca sobre el presidente Kennedy. La cámara sube gradualmente hasta una panorámica cenital en la que a lo lejos distinguimos a los protagonistas —interpretados por Robert Redford y Dustin Hoffman— como dos hormiguitas dentro de un laberinto. El rodaje tuvo sus dificultades porque no podían usar una grúa y tuvieron que instalar un cabestrante en la parte superior de la Biblioteca del Congreso que arrastrara la cámara hacia arriba. Pusieron estabilizadores para eliminar las sacudidas aunque no lograron evitar un leve balanceo. Era el año 1976 y los medios técnicos no eran los actuales. Hoy un dron lo hubiese resuelto perfectamente. Cuentan que la escena costó alrededor de 90.000 dólares.

Robert Redford y Dustin Hoffman en All the President's Men (Alan J. Pakula, 1976)

C. ¿Es una biblioteca real? Una biblioteca Jedi es una base de datos que contiene información relacionada con la Orden Jedi y su historia. Las bibliotecas Jedi son administradas por bibliotecarios Jedi, (como Jocasta Nu que cumple varios estereotipos clásicos). Sus documentos sólo eran accesibles para miembros de la Orden Jedi y algunos, incluso, estaban restringidos a miembros que tenían cierto rango, como la biblioteca de Dorak en el Enclave Jedi en Dantooine que estaba reservada solo para Maestros Jedi. Si bien la biblioteca del Trinity College técnicamente no aparece en Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones, un conjunto digital que coincide casi perfectamente con el icónico Long Room de la biblioteca ciertamente sí lo hace. Si bien los Archivos Jedi en el Templo Jedi en Coruscant parecen exactamente iguales a la Sala Larga de Trinity, los representantes del patrimonio de George Lucas han negado enérgicamente que el diseño haya sido influenciado por dicha biblioteca.

“There is more knowledge here than anywhere else in the galaxy.“―Jocasta Nu

D. “Solo el bibliotecario, además de saber, está autorizado a moverse por el laberinto de los libros, solo él sabe dónde encontrarlos y donde guardarlos, solo él es responsable de su conservación. Los otros monjes trabajan en el scriptorium y pueden conocer la lista de los volúmenes que contiene la biblioteca. Pero una lista de títulos no suele decir demasiado: solo el bibliotecario sabe, por la colocación del volumen, por su grado de inaccesibilidad, que tipo de secretos, verdades o de mentiras encierra cada libro” (Umberto Eco en El nombre de la rosa, gran obra ya mencionada en este blog por otros colegas). 

Para su adaptación en el cine se construyó una biblioteca laberinto en los estudios Cinecittá de Roma por Dante Farreti, responsable de la dirección artística de otras películas como La Edad de la Inocencia o Gangs of New York. Mención aparte tiene el ayudante de bibliotecario Malaquías de Hildeshelm, cumpliendo a rajatabla el estereotipo de censor malhumorado que guarda la entrada a la biblioteca con ferocidad. Otra escena placentera es cuando Guillermo de Baskerville junto a Adso de Melk finalmente logran entrar a la biblioteca y al descubrir sus tesoros gritan y ríen de felicidad...

Volker Prechtel como Malachia en El nombre de la Rosa (Jean-Jacques Annaud, 1986)

E. La biblioteca donde el detective Somerset hace su investigación en la película Seven es en realidad un edificio bancario en el 650 de South Spring Street en Los Ángeles. Debido a su tamaño y decorado genérico ha salido en varios filmes, fue un banco en La máscara y en Spiderman 2, mientras que en The Prestige fue un restaurante. ¿Cómo llegan a descubrir al asesino y sus lecturas? Violando la confidencialidad de los usuarios y sus préstamos. Estos policías logran acceder a un listado del FBI que vigila a lectores que consultan asiduamente libros “peligrosos”. Eso que podría parecer una fantasía en los 90 se hizo carne con la Ley Patriota consecuencia del 11S que llevó a las asociaciones de bibliotecarios estadounidenses a rebelarse y no responder a las exigencias de los servicios de inteligencia y así proteger la privacidad de sus lectores.

Morgan Freeman como el detective de homicidios William R. Somerset en Seven (David Fincher, 1995)

Para terminar convoco al Bibliobús de Billy Elliot y me subo a él para seguir buscando lectores por los caminos.  Continuamos la conversa en dos semanas. Gracias por estar del otro lado. 

Billy Elliot (Stephen Daldry, 2000)