Hallowed Be Thy Name

John Hetlinger, 82 años, cantando "Bodies" de Drowning Pool para America's Got Talent. Fuente: ver.

Esta columna surge luego de validar con "Diego de Sayago" (gran partícipe de este espacio), que me permitiera intentar un homenaje a Maruja, su Abuela, que salió de compras a la Feria más grande, en la semana del 23 de agosto.

También aproveché y pensé en Nené, la mía, que se adelantó unos cuantos años a Maruja, y que también me dejó con ganas de compartir muchas conversaciones con ella.

Las Abuelas y los Abuelos, marcan nuestras vidas, desde que la Humanidad tiene Memoria.

Invito a Diego de Sayago y a cualquiera que lea estas líneas, a publicar en comentarios, alguna anécdota.

Los lectores de mis columnas, ya tuvieron una primera aproximación a mi Abuela, cuando mencioné su influencia en mis preferencias musicales en "La Sincronicidad...".

Por eso, para cerrar nuevamente una entrada en este Antro, despidámonos con La Doncella.

Para muchos, "Hallowed Be Thy Name" es el mejor tema de Iron Maiden. En realidad, para mí sí lo es... Y este espacio está pensado para validar cualquiera de mis absurdas generalizaciones.

Además, puede ser interpretado como una aproximación filosófica sobre la vida y la muerte de un Abuelo.

La pérdida de un ser querido, alguien tan fundamental en nuestra formación como una Abuela, es un acontecimiento que nos enfrenta a las preguntas más profundas sobre la existencia, la muerte y el significado de la vida. En este sentido, la música, y en particular el Heavy Metal, puede ofrecer un espacio para reflexionar de manera visceral y emotiva.

"Hallowed Be Thy Name" (santificado sea tu nombre, con la segunda persona del singular, "you", en inglés antiguo, al igual que se reza en la oración del Padre Nuestro), más allá de ser una canción de Heavy Metal, es una verdadera balada épica que explora temas universales como la Fe, la Esperanza y la Resistencia. Al escucharla, me es imposible evitar establecer paralelos con la experiencia de la muerte de mi abuela.

La canción habla de un hombre condenado a muerte que enfrenta su destino con valor y dignidad. Esta imagen resuena profundamente en mí, ya que mi abuela, a pesar de su sufrimiento, siempre mostró una fortaleza y una resiliencia admirables. Su lucha contra la enfermedad fue una especie de crucifixión personal, y sin embargo, nunca perdió la esperanza.

La fe, en un sentido religioso tanto como en un sentido más amplio de creer en algo inefable, más grande que uno mismo, es un tema central en la canción. Mi abuela, a pesar de no ser una mujer especialmente religiosa, tenía una profunda fe en la vida y en el amor. Esta fe la ayudó a superar momentos difíciles y a encontrar un sentido a su existencia.

La esperanza, otro tema clave en la canción, es quizás el sentimiento más poderoso que nos queda después de la pérdida de un ser querido. La esperanza de volver a verla, de sentir su presencia, de encontrar consuelo en los recuerdos compartidos. "Hallowed Be Thy Name" nos recuerda que la esperanza puede ser una fuerza poderosa, incluso en los momentos más oscuros. Pensé mucho en mi Abuela, al ver la película "Coco". Aún recuerdo cómo mis hijos, se burlaban de mí, su padre, llorando a mares al ver juntos la película en el cine.

La resistencia, por último, resuena profundamente en mí. Mi abuela siempre fue una mujer fuerte e independiente, que luchó por sus ideales y por su familia. Su resistencia ante la adversidad fue una inspiración para todos los que la conocimos. También luchaba contra la tentación de comer los "sánguches de pavita" de la "Tienda Abuelita" que estaba cerca de la Sala José Brunet del SODRE, que ella devoraba con unas ganas contagiosas, a pesar de su diabetes y del color grisáceo desagradable de la carne que, en el mejor de los casos, supongo sería de paloma de la Plaza Independencia o vaya a saber qué otro ser vivo.

Al escuchar esta canción, siento que honro la memoria de mi abuela. Su vida fue una verdadera epopeya, llena de desafíos y triunfos... Y también de las otras. Y aunque ya no esté físicamente conmigo, su espíritu sigue vivo en mi corazón.

Para sorprenderlos en el cierre, esperando además que alguno de los miembros de "La Mesa Del Metal" en X (Twitter) me honre con algún comentario, comparto un video de una versión acústica del tema, de Stevie McLaughlin, desde Irlanda del Norte.

Hallowed Be Thy Name - Iron Maiden - Acoustic cover


Comentarios

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  2. Antes de ponerme a comentar esta maravillosa columna que te mandaste, me tuve que poner al día con la canción que le da el nombre, y la verdad que es un tema de la c... de la lora, de esos que ya no se hacen más. Tengo la sensación que la voy a escuchar bastante estos días.
    Muchas gracias por dedicar unas palabras a mi abuela. Y gracias por traer a tu abuela tmb. Por lo que decís, fue una genia total.
    Muy lindo lo que escribiste. Y me gustó mucho el estilo humorístico que le da el tono a la columna, a pesar de que al final se trata de rememorar dos vidas que nos marcaron mucho y que las extrañamos.
    A cuento de esto, una anécdota: yo tendría 7 u 8 años y era muy bandido. Mi abuela me ofreció una manzana y le dije que sí. Cuando se fue a sentar para pelarla, no sé por qué me pareció gracioso correrle el taburete a donde ella estaba apuntando su humanidad. La pobre abuela cayó de traste con la manzana en una mano y el cuchillo en la otra. Me miró desconcertada por la diablura que había hecho, y yo si bien me reía por mi "ocurrencia", por su mirada me di cuenta que me había ido al carajo.
    Bueno, la dejo por acá. Tengo muchas historias pero no pretendo hacer de un comentario otra columna. Muchísimas gracias, loco. Un abrazo grande.

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    1. El agradecido soy yo por la inspiración que me provocaste.
      Tengo una diablura mía para compartir.
      Soy diabético desde los 5 años y el yogur siempre fue mi perdición... También la de mi abuela.
      Ella compraba marca Parmalat de frutilla, en vaso plástico con tapa de aluminio.
      Supe que iba a ser ingeniero químico desde entonces... Con una precisión quirúrgica, perforaba el aluminio en el hueco de una de las 3 "a" de la grifa y con una jeringa de esas grandes, aspiraba en lotes de 50 ml el contenido del recipiente.
      Más de una vez, mi abuela fue a reclamar a Don Jesús, el almacenero gallego de la esquina de la cuadra, por el faltante en el envase "sin abrir".
      Creo que tardé varios meses en reconocer ante ella, que yo era la causa del faltante.

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  3. Simplemente genial, emocionante! gracias por traer a todos los avbuelos de vuelta, cada uno con sus sanguchitos o lo que fuera, llenando la infancia de una calidez que despuès estamos condenados sanamente a buscar con desesperaedo ahínco. Santificados sus nombres!

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    1. Acertadísimo comentario. Hizo que volviera a emocionarme, Señor.

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