Ejecuciones polémicas de himnos nacionales

Fergie es la rubia.

Posición número 6: himno de Estados Unidos, by Fergie.

Que el himno de Estados Unidos es probablemente el himno no rioplatense que más veces hemos escuchado en nuestra vida, no es novedad para nadie. Y sin caer en lo de la cantante de country en situación de alcoholemia que vimos el otro día, la historia está llena de versiones inolvidables de un himno que más allá de nuestras convicciones políticas, podemos aceptar que musicalmente es lindo.

La letra del himno nacional estadounidense fue escrita por un abogado llamado Francis Scott Key en 1814. Parece que en plena guerra de 1812, sostenida por Estados Unidos contra el Reino Unido y sus colonias canadienses, Francis se emocionó al ver ondear la bandera tricolor y le compuso un poema que se tradujo en canción.

Años más tarde, y con música de origen desconocido, pasó a ser el himno nacional de los Estados Unidos de Norteamérica.

La interpretación que traigo para abrir esta lista es bastante cercana en el tiempo, creo que la más cercana de todas: 19 de febrero de 2018. All Star Game de la NBA en el otrora Staples Center de Los Angeles. E interpretación a cargo de la cantante y actriz Stacy Ann Ferguson, más conocida como Fergie, ex Black Eyed Peas.

Lo cierto es que Fergie pudo haber hecho una versión bien cuadradita a capella, pero quiso darle su impronta. Y dejó todo en el flotante del Staples.

Claro que la innovación muchas veces genera sorpresa, y la sorpresa suele ser amiga de la risa, sobre todo cuando las cámaras te enfocan y resulta incómodo y hasta inapropiado reírse. Nada genera más risa que no poder carcajearte ante una situación inesperada, de las que nos sacan de eje.

Y eso sucedió esa noche en la cancha de los Lakers y de los Clippers, hoy llamada Crypto.com Arena. Cuando Fergie premió a los presentes y a los millones de televidentes con una versión medio cachonda del himno nacional de los Estados Unidos, ante la incredulidad de los astros del deporte naranja que casi que hasta el final lograron mantener la seriedad. Hasta que la perdieron del todo.


A mí la verdad que me gustó, pero al gran público no tanto. De hecho, Fergie manifestó: “Siempre me he sentido honrada y orgullosa de cantar el himno nacional, y anoche quise intentar algo especial para la NBA. Me gusta tomar riesgos artísticamente, pero es evidente que esta versión no alcanzó el tono deseado. Amo a este país y honestamente hice mi mejor esfuerzo”.

En materia de interpretaciones originales del himno en lo previo a un All Star Game, las palmas se las llevó un hombre, que en 1983 y también en Los Angeles, innovó y transformó al himno en una canción de amor, logrando el justo reconocimiento del pueblo. Hablamos del propio Marvin Gaye:

Pese al éxito, la vida de Marvin no fue la mejor, al extremo de que fallecería apenas un año después, en 1984, víctima de dos disparos ejecutados por su propio padre. Se ve que pidió agua a las 2 de la mañana.


Para terminar: un par de curiosidades del himno estadounidense.

Consta de 4 estrofas, pero solo se canta la primera, algo bastante común en el universo himnístico.

De acuerdo a la ley 36/301, cuando suena el himno y se despliega la bandera en un recinto, todos los presentes deben estar de pie y con la mano derecha sobre el pecho, tomando con su mano izquierda el sombrero o gorro en caso de que hubiere. Los uniformados, por su parte, podrán hacer el saludo militar, manteniéndolo durante toda la pieza, mientras que los vehículos deben detenerse.

Los testigos de Jehová están exentos de cantar y de llevar la mano al pecho, pero sí deben ponerse de pie en señal de respeto.

Pasemos a la posición número 5: himno franquista en Yakarta.

Originalmente denominada “Marcha de Honor”, el himno de España pasó a ser la Marcha Real porque sonaba cada vez que el rey andaba en la vuelta. Casi un reflejo condicionado.

Ha sido el himno oficial de España desde el Siglo XVIII, con apenas dos interrupciones: entre 1820 y 1823, y durante la Segunda República instaurada entre 1931 y 1939, ocasiones en las que se adoptó esta otra composición, denominada Himno de Riego, que suena muy parecido a aquello de "porque es un buen compañero, y nadie lo puede negar".

Lo cierto es que gracias al petiso español más famoso, la Segunda República desapareció, la franja violeta de la bandera se desvaneció, y la Marcha Real volvió a ser el himno oficial de la madre patria.

Y como muchos deben saber, la Marcha Real no tiene letra, como los de San Marino, Bosnia y Herzegovina, y Kosovo.

Si bien oficialmente nunca tuvo letra, sí llegó a tener letras no oficiales, producto del ingenio popular o de acontecimientos históricos generalmente vinculados con la realeza o el poder hegemónico de turno.

Una de las versiones más famosas de la letra fue la encargada en 1928 por Miguel Primo de Rivera, antecesor de Franco, previo a la Segunda República. Y fue precisamente esa letra la que sonó por los altoparlantes en Yakarta, el 18 de agosto de 2015, en ocasión de la ceremonia final del Mundial de bádminton.

Y claro: los organizadores, previendo que España podía coronarse campeón, hicieron lo típico: entraron a internet a bajarse el himno.

“Yo conseguí uno, pero no tiene letra, mejor busco otro” seguramente dijo alguien.

Y así fue que sucedió esto:


Vale decir que a Carolina no parece disgustarle tanto la situación. Y a los periodistas tampoco. Ya veremos que no es la única vez en esta lista que sucede una confusión a la hora de la reproducción de un himno nacional.

Como curiosidad, vale decir que en la época posfranquista, hubo un intento oficial por generarle una letra al himno español, que finalmente no llegó a buen puerto. ¿El responsable? El Bigote Aznar.

Lo dicho: el español no fue el único error de himno registrado en la historia del deporte. Nosotros tuvimos aún menos suerte. Posición número 4:

Posición 4: himno de Chiluruguay.

El himno de Chile no tiene muy buena prensa. Con letra compuesta por Eusebio Lillo y música de Roberto Carnicer, fue adoptado oficialmente en 1847 y es uno de los tres símbolos nacionales del país, junto a la bandera nacional y al escudo de armas de la República.

Los amantes del fútbol estamos familiarizados con la melodía del himno, que suele oírse cada vez que juega la Roja. El tema es que a veces también suena cuando no juega la Roja.

Nos trasladamos al 5 de junio de 2016. Copa América Centenario, celebrada en Estados Unidos, como la reciente. Partido Uruguay – México.

Y sucedía esto:


Algún vínculo oculto debe haber entre Uruguay y el himno chileno, porque esto volvería a suceder poco tiempo después. Precisamente, el 24 de mayo de 2017, en el marco del Mundial Sub 20, en lo previo al choque entre Uruguay y México.

Presten especial atención a la cantidad de actuales integrantes del seleccionado nacional que dijeron presente en esa jornada en suelo coreano:


En esta ocasión, finalmente sí sonó el himno uruguayo, luego de un par de intentos fallidos.

Vale acotar que lo de equivocarse de himno no siempre sucede con las pistas grabadas. También puede pasar en vivo. 

Posición número 3: himno de Puerto México.

El himno mexicano se empezó a usar en 1854 pero que se adoptó como oficial recién en 1943.

Su letra fue compuesta por Francisco González Bocanegra en 1853, mientras que la música fue obra del compositor español Jaime Nunó en 1854.

Esta anécdota ocurrió en Houston Texas. Nos situamos en agosto de 2004, en ocasión del encuentro amistoso disputado entre el América de México y el Everton de Inglaterra. Y claro: ¿qué mejor forma que acercar al fútbol al pueblo estadounidense, que con una buena interpretación de los himnos nacionales de ambos países en lo previo al encuentro?

Un tal Luis Ramírez fue el encargado de entonar las estrofas del himno mexicano. Nadie lo conocía, pero bueno, si está ahí, debe ser bueno, habrán pensado los concurrentes, en su mayoría mexicanos.

Y todo iba bien hasta que llegó a la segunda estrofa del himno.

Ahí se le complicó el partido. Por lo que Luis, antes que quedarse callado, decidió modificar levemente letra. Un artista nunca tiene que callar ni irse del escenario, le enseñaron a Luisito de chico. Y salió esto:


La versión original dice así:

    Ciña ¡oh
Patria! 
    tus sienes de oliva. 
    De la paz el arcángel divino, 
    que en el cielo tu eterno destino, 
    por el
dedo de Dios se escribió”

Pero Luis cantó:

    Piensa patria 
    tus sienes de oliva, 
    de la paz del latir del oliva. 
    Y una noche te llevan tu olvido 
    y en la noche de dio, de, de Dios.

Y la cosa no mejoró. Sino todo lo contrario. Porque después, el himno dice:

    Mas si osare un extraño enemigo, 
    profanar con su planta tu suelo. 
    Piensa ¡oh Patria querida! que el
cielo, 
    un soldado en cada hijo te dio.

Pero Luis cantó:

    Ciña Patria si pierde un moreno, 
    (balbucea algo que no se entiende) prometeo. 
    Mientras patria querida del cielo, 
    un soldado en cada hijo te dio.

Parece que luego de su inolvidable interpretación, se supo que Luis en realidad ni siquiera era mexicano, sino portorriqueño.

Lamentablemente, no volvió a saberse nada del cantante boricua. Vale mencionar que en ese momento, el gobierno mexicano pidió a sus embajadas y consulados que comenzaran a exigir una autorización previa a la interpretación del himno nacional mexicano fuera del país.

Para la posición 2, viajamos al 14 de junio de 2009.

Posición 2: el himno más largo del mundo.


Estamos escuchando y viendo el himno uruguayo interpretado por el Zurdo Bessio, en ocasión del partido revancha ante Costa Rica por el Repechaje rumbo al Mundial de Sudáfrica. La versión para mi gusto no estuvo nada mal, al extremo de que tanto los jugadores como Marcelo Tulbovitz, preparador físico del rival, cantaron con entusiasmo, pese a que esta versión tenía un tempo ligeramente más lento que la versión original. A Rodrigo Romano también le gustó.

¿Cuál fue el problema? Que Bessio interpretó la versión completa del himno, lo que de alguna manera molestó tanto a los árbitros como al equipo rival, que rompió su formación con el himno en plena ejecución, mientras Suárez hacía gestos ostensibles de queja ante lo extenso de la ejecución, que se estiró durante 04 minutos con 25 segundos. 

Menos mal que omitieron la intro instrumental.

Y ahora sí, nos vamos con el indiscutido número 1.

Posición 1: el mejor himno del mundo.

Para alegría de Lubo, estamos escuchando el himno de la Unión Soviética. Con su letra escrita por Serguéi Mijalkov y Gabriel El-Reguistán, y música compuesta por Aleksandr Aleksandrov, que era hijo de sí mismo, reemplazó a la vieja y querida Internacional allá por 1944.

El argumento de tener un nuevo himno no era malo: se creía que los soldados responderían más y mejor a un himno de corte nacionalista, pensado por y para el pueblo soviético, que a uno que respondía a un movimiento de corte universal. Es que estábamos en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial y se necesitaba que cada soldado diera hasta lo último, como le gustaba a Julio Ribas y a José.

El himno de la Unión Soviética fue antes el himno del Partido Bolchevique. Más o menos como si la Marcha de Tres Árboles o la Ola Esperanza pasara a ser nuestro himno nacional.

Pero antes de ser elegido, hubo un concurso del que participaron 170 compositores, entre ellos, connotados poetas del quehacer soviético, con audiciones al mejor estilo Got Talent celebradas en la saala Beethoven del Teatro Bolshói.

Lo cierto es que sabido es que en 1989 se cayó el muro de Berlín y poco después, se cayó también la Unión Soviética. Como resultado, la Rusia pos URSS abandonó momentáneamente el viejo himno, pero poco después, en el año 2000, lo recuperó. Aunque con la letra ligeramente cambiada, sin menciones explícitas al comunismo.

De hecho, el estribillo de la versión vigente entre 1953 y 1991 decía:

    ¡Sé gloriosa, nuestra patria libre,

    Confiable fortaleza de amistad entre los pueblos.

    ¡El partido de Lenin, la fuerza del pueblo,

    Nos lleva al triunfo del comunismo!


Sin embargo, la versión original de 1944 mencionaba a Pepe:

    Tras la tempestad brilló el sol de la libertad,

    y el prócer Lenin alumbró la senda;

    Stalin nos ha educado en la fidelidad al pueblo;

    ¡inspirándonos para el trabajo y las hazañas!


Pero claro: aquello de “qué sponsor la muerte” cuando por ahí cometiste algún exabrupto en pos del bienestar del pueblo soviético, no cuadró. Y cuando Stalin se murió, lo eliminaron del himno. A mi juicio, acción temeraria y apresurada. Y 47 años después, eliminaron también a Lenin y al comunismo.

Allá ellos.

Ahora, ¿se acuerdan de lo que pasó con el himno de España en el Mundial de Bádminton? ¿Cómo zafar del riesgo de que la organización de un torneo o de un partido jugado de visitante termine descargando una versión incorrecta del himno?

Muchas veces, resulta imposible.

La elección del himno puede salir razonablemente mal, como sucedió el 29 de noviembre de 2014 en Eslovaquia. En esa ocasión, el Slovan Bratislava recibía al Lokomotiv ruso por la Liga Continental de Hockey sobre Hielo, algo así como la Liga de Campeones del Hockey.

Y sucedía esto:


Podemos apreciar el desconcierto de los jugadores, algunos de los cuales se tienta y baja la cabeza para disimular la risa, contrastando con el entusiasmo de unos pocos hinchas soviéticos en la tribuna. Pero a grandes rasgos, no hay grandes manifestaciones de júbilo.

¿El resultado? Ganaron los leninistas 3 a 1.

Se ve que el hockey en Rusia es un deporte más bien elitista, alejado de la gente de a pie, alejado del pueblo, del laburante. Por ahí algo similar a lo que ocurre en Uruguay con el rugby.

Sin embargo, el rugby soviético es la antítesis. Y como muestra un botón.

Porque nuestro número 1 es otra interpretación del viejo himno soviético de 1953, pero en un partido de rugby disputado el 18 de marzo de 2018 entre Rusia y Alemania. Que el rival haya sido Alemania se me antoja de todo menos casual.

Solo les voy a pedir que miren atentamente. Primero el desconcierto de los jugadores rusos, que rápidamente dejan de ser rusos y pasan a ser soviéticos al influjo de un peladito que juega de pilar que muestra el camino a seguir, demostrando un fervor que seguramente habrá llenado de orgullo a los padres de la nación más enorme que hombre alguno haya podido soñar alguna vez.

Y el fervor a la hora de entonar las estrofas de un himno nacional, cualquiera sea, es contagioso. Y más si se trata de uno de los mejores himnos del mundo.

Quizás lo hayan visto, pero resulta imposible aburrirse de ver a estos 15 leones soviéticos darlo todo en pos de un sueño. Del sueño de la victoria postrera, en los descuentos de la humanidad, del inmortal ideal comunista.

Salud, camaradas:


¿Cómo terminó el partido? 57 a 3 para los rojos.

¿Casualidad? Definitivamente no. Quedate tranquilo, Vladimir.

Y nos vamos escuchando la que para mi gusto es la mejor interpretación de himno en espectáculo deportivo de todos los tiempos.

Amy MacDonald canta “Flower of Scotland”. En homenaje a todos aquellos a los que, en algún momento, se nos piantó el lagrimón gritando que, pase lo que pase, sabremos cumplir:

Comentarios

  1. Banco el himno versión marcha camión... vengan de a cientos putes! los atiendo a todes

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  2. (Memo)cioné con el último. Lindo repasar la columna en letra de molde.

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  3. También estuvo bueno cuando Kazajistán ganó algo y en vez de pasar el himno real, pasaron la versión de Borat.

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  4. La marcha camión cumplió con el objetivo de enfriar, aún más, al rival

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    1. Tal cual. Y aún así, casi nos dejan afuera con gol de Savorío, o Saborío, o Sabor a Río.

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