“Merecido en la victoria, necesario en la derrota” decía Napoleón del champagne.
Por estos lados se podría decir que no apreciamos del todo las bondades de esta bebida. Es casi un invitado obligado en todas las fiestas, pero no lo consumimos en cantidad si comparamos con otras bebidas.
Los uruguayos tenemos números muy altos de
consumo de alcohol, problemáticos, con edades de iniciación muy tempranas.
Cerveza, vino y destilados, en ese orden, dominan el mercado. Sin embargo, el
espumante no logra consolidar su espacio más allá del momento del brindis.
En una fiesta regular de 15, o casamiento,
por ejemplo, servimos 100 copas. La mayoría queda intacta, la sostienen en la
mano, pero no la consumen, se usa solo para cumplir con el ritual.
Lo que sucede es que, en ese preciso
momento de la fiestas, además de que la mayoría llega bastante empachada de
alcohol, ya salieron los postres. Si juntamos ambos factores, es difícil que a
la gente le guste el espumante. Con la boca llena de dulce, lo menos
recomendable es el espumante.
Dicho esto, en caso de que uno quisiera consumir espumoso, debería ser como aperitivo o, en su defecto, de principio a fin, digamos. Aunque las burbujas suelen llenar más rápido la panza de aire y el cerebro de alcohol, por lo que darle de punta tampoco es para cualquiera.
¿Qué le recomendamos desde la esta humilde
vinería?
Si tiene una fiesta y va a servir al final,
lleve demi sec. Revise las etiquetas, normalmente lo indican.
Las palabras demi sec, brut, extra brut o
brut naure, por ejemplo, están describiendo el tipo de espumante que estamos
consumiendo. Básicamente, qué cantidad de azúcar residual contiene cada variedad. Tiremos unos números, como para dar una idea.
Un demi sec contiene entre 32 y 50 g de
azúcar por litro, mientras que en el otro extremo se encuentra el brut nature
que no tiene nada de azúcar.
Por encima de los 50 g, es un espumante
dulce, que no vendría mal en el momento del postre, dicho sea de paso. Así que
ya sabe, para popular el Demi sec. Si usted es medio crack en el consumo de
espumantes, va a tender al brut nature
Para el final y como yapa, les dejo la
historia de Veuve Clicquot.
Corría el lejano año de 1772 cuando
Phillipe Clicquot fundaba la Maison Clicquot. En pleno reinado de Luis XVI,
Phillipe estaba enfocado en hacer un producto de gran calidad para exportar
Para 1805, Francoise, hijo de Phillipe, tenía el control de la compañía. Estaba asado con Nicole Barbe, hija del Barón de
Ponsardin y madre de una pequeña hija. Francoise muere repentinamente, dejando
a Nicole viuda con 27 años y la pequeña hija a cargo. Así nace el champagne
Veuve Clicquot, que no es otra cosa que “La Viuda de Clicquot”
En el año 1972 se crea una variedad de este champagne llamada La Grande Dame, en honor a Nicole, una emprendedora en tiempos en los que las mujeres no tenían espacio para crecer
Como siempre, bebiendo con responsabilidad, SALÚ.
¡Gracias por esta columna! Entiendo que en Uruguay se puede usar la denominación Cognac con permiso de Francia pero también he escuchado de la denominación champagne. ¿Cuánto hay de cierto?
ResponderBorrarJimes, gracias a vos. Es como decís, Uruguay puede usar la denominación, creo que es el único país. El Coñac Juanicó lo elaborará, en los últimos tiempos, la extinta CABA O sea, Ancap
BorrarTe averiguo lo del Champagne, no lo tengo claro, recuerdo alguna publicidad de Fondo de Cave que lo denominaba oomo champagne, ahora que lo mencionas
BorrarCreo que lo de "chapagne" sí fue utilizado por Uruguay, como parte de pago por la ayuda que se le dio a Francia durante la guerra, pero me parece que ya caducó.
BorrarCómo se aprende acá, lo parió. Vamos a darle al brut nature. No por crack, sino por diabético.
ResponderBorrarBien ahí, borracho pero responsable
BorrarEscribir "asado" en lugar de "casado" es lo que el Sigmund denominaba un acto fallido del inconsciente.
ResponderBorrarChapón
BorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
BorrarExelente como siempre!
ResponderBorrarGracias por estar Emy Li
BorrarReyes: ahora necesitamos un experto en quesos 🧀
ResponderBorrarMuy bueno, me viene bárbaro para diferenciar entre espumosos
ResponderBorrarBien Sinca Bien
ResponderBorrarhola, como los que saben ya se expresaron, vengo yo a hacer gala de mi ignorancia: SOBRVALORADO EL CHAMPAGNE y los espumantes. Peeeeeeeero, como algo de acá se aprende, reformulo y digo: Ese champagne y todos los demás espumantes NO SON PARA MÍ. Como siempre, excelente la columna don Sinca!
ResponderBorrarGracias Tatankaaa menos mal que pase a revisar casi me pierdo su aporte
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